Documento redactado a comienzos de Febrero de 1942 por el entonces comandante del Sturmgeschütz-Abteilung 192, Hauptmann Erich Hammon, donde en el marco de una investigación ordenada por el A.O.K.4 contra dos oficiales acusados de presuntos actos de sabotaje, el comandante toma posición en favor de los oficiales bajo sospecha.

Notas:
El proceso sería finalmente suspendido al constatarse que los presuntos actos de sabotaje (desguace, demolición y enterramiento de cañones de asalto teoricamente operativos) habían sido llevados a cabo siguiendo ordenes del XIII.A.K. debido al mal estado técnico de los vehículos y la imposibilidad de evacuarlos de la zona de operaciones. Los restos del Sturmgeschütz- Abteilung 192 serían finalmente retirados del frente en Marzo de 1942 y un més más tarde la unidad sería disuelta y sus componentes empleados como base para la formación de la nueva Sturmgeschütz-Abteilung 'Großdeutschland'.

03.02.1942

Sturmgeschütz-Abteilung 192

- Comandante -






Dirigido a:
IIa del A.O.K.4





En nombre del Consejo Superior del Tribunal Militar del A.O.K.4 entre el 31.01. - 02.02.42 el Consejero del Tribunal de Guerra de Campaña del XXXX.Pz.Korps, Dr. Servaes, interrogó a miembros del Batallón. Actas sobre estos interrogatórios le han sido entregadas al IIa del A.O.K.4 a través del Arko.136. Solicito que se adjunte a esas actas mi siguiente declaración de posición que he realizado tras reunirme con el Dr. Servaes. Por voluntad del Dr. Servaes en esta declaración se reconocen los éxitos logrados por el Batallón.

Del testimonio del Wachtmeister Scholz de la 3. Batería se desprende la sospecha de sabotaje por parte del Oberleutnant Freiherr von Jena y del Leutnant Kümpel.

Yo no considero a ningún oficial de mi batallón capaz de cometer este tipo de deshonrosos actos.

Desde el primer día en campaña el Batallón ha gozado entre todas las tropas con las que ha combatido de una excelente reputación. En el transcurso de la campaña ha combatido junto ocho cuerpos de armada en el marco de tres armadas; el cruce del Bug en Brest, Orscha, Mogilew, Gomel, Tschernigow, embolsamiento de Kiew, Kaluga, combates defensivos en el Protwa, son hitos en el historial de guerra del Batallón. En el transcurso de estos combates el Batallón ha podido ganarse sin excepción el total entusiasmo de la infantería así como el reconocimiento de los correspondientes mandos superiores. Me siento orgulloso de que todos los comandantes de división siempre hayan destacado elogiosamente el ímpetu ofensivo de mis tripulaciones de combate y la valentía y frescura de mis oficiales. El 19.08.41 el Batallón por própia iniciativa dió un golpe y en colaboración con la 1./Inf.Rgt.95 de la división vecina tomó Gomel: tres cañones de asalto perdidos, pero ninguna baja adicional en el Batallón ni en la infantería son una muestra de la dureza y del éxito logrado en este combate.

Solamente en la campaña contra Rusia miembros del Batallón han sido condecorados con 1 Cruz de Caballero, 1 Cruz Alemana en Oro, 26 Cruces de Hierro de I. Clase y 205 Cruces de Hierro de II. Clase. El jefe del taller ha sido condecorado con la Cruz de Mérito de Guerra de I. Clase.

El 01.10.41 en una orden del día del A.O.K.2 se reconocieron los méritos del Batallón. El 14.12.41 el Batallón obtuvo un certificado de reconocimiento del Comandante en Jefe del Ejercito (Oberbefehflshaber des Heeres) por su actitud en los combates defensivos en el Protwa, en el transcurso de los cuales el 16.11.41 una batería con 4 cañones de asalto logró destruir 28 carros de combate pesados enemigos.

¡Y unos días más tarde oficiales del mismo batallón en ese mismo sector se supone que cometieron sabotaje!

Una particular ambición del Batallón ha sido la del mantenimiento de sus vehículos. Y de este modo el 15.10.41 el Batallón disponía todavía de su completa equipación de vehículos a motor. En el transcurso de su avance por Rusia no abandonó ni una sola motocicleta, ni un solo camión, ni un solo vehículo especial. No fué hasta el periódo del barro, en Octubre y Noviembre, cuando el mal estado de las vías de marcha así como los 170 Km de distancia que separaban a las escuadras de combate y las baterías de los servícios de retaguardia arruinaron por completo los vehículos del Batallón.

El 04.12. me dirigí al Oficial del Estado Mayor de la Artillería (Stoart) del A.O.K.4 para comunicarle que esta era la última oportunidad para poder retirar por mis própios medios a mi fuertemente debilitado Batallón a una zona donde poder realizar trabajos de reparación en vistas a las futuras, grandes operaciones. El Major Stadje me dijo textualmente: "Desde arriba se tiene claro que se está saqueando a la Artillería del Ejercito. En relación a la retirada del Batallón no debe usted preocuparse". Yo le respondí al Major: "En ese caso, mantendré al Batallón desplegado hasta el último cañón, eso sí, debe tenerse claro que el Sturmgeschütz-Abteilung 192 dejará de existir".

Y eso es exactamente lo que sucedió. El Batallón, tecnicamente totalmente agotado, se convirtió en un montón de escombros. Con excepción de 4 cañones todavía operativos, el XIII.A.K. ordenó el traslado del Batallón a Kaluga. Debido a que con los 10 cañones de asalto - de los 4 cañones operativos unicamente con 1 - ya no era posible la realización de grandes marchas, tras la escalada de la situación se preparó la demolición y posteriormente fueron volados por los aires los cañones de asalto. No apruebo el enterramiento de cañones de asalto todavía móviles y operativos para ser empleados como búnkers. Desconozco las consideraciones que llevaron al comandante del XIII.A.K. a emitir esta orden. Aquí pueden constatarse las desventajas de subordinar a un arma especial. En las semanas de Noviembre y Diciembre experimenté frecuentemente que superiores que normalmente reconocían la naturaleza única de un arma especial, en esos momentos rechazaron sensatas objeciones.

Un testimonio del buen espíritu existente en el Batallón es que algunos bravos conductores que condujeron más de 5.000 Km con el primer motor, que posee una autonomía normal de 2.500 Km, al tener que abandonar sus cañones de asalto lo hicieron con lagrimas en los ojos.

Como es normal durante esos días el Batallón estaba fuertemente deprimido. Su único consuelo era saber que hasta el último momento había contribuido decisivamente a estabilizar la situación en el frente del Protwa. En los días en los que la mayor parte del Batallón era retirada, en el XIII.A.K. todavía estaban totalmente convencidos que en el Protwa habían establecido su posición de invierno.

Poco después la situación varió rapidamente. Podría reprocharsele retrospectivamente al Oberleutnant Freiherr von Jena que los dos oficiales podrían y deberían haber erradicado el según los interrogatórios mal ambiente existente entre sus hombres orientándoles sobre la situación y explicándoles las medidas tomadas.

Es cierto. Pero el hecho de que no lo hicieran demuestra que estaban convencidos de la legalidad de sus acciones, que además realizaron unicamente por ordenes del XIII.A.K.

El Oberleutnant Freiherr von Jena y el Leutnant Kümpel son dos muy experimentados oficiales del Batallón. Los dos son enérgicos, cautivadores y audaces oficiales que personifican al oficial de la Artillería de Asalto.

El Oberleutnant Freiherr von Jena es un incansable y atento jefe de batería de probada eficacia, con una impecable actitud y gran sentido del deber. A pesar de sus graves heridas regresó aniticipadamente a su batería. Su batería lo venera y reconoce incondicionalmente.

El Leutnant Kümpel es un jefe de pelotón del Batallón que ha demostrado su valía en más de 30 asaltos. Herido en cuatro ocasiones, regresó anticipadamente al Batallón desde el hospital junto con otro herido grave de la batería Jena.

Al día siguiente los dos oficiales, fisicamente con graves discapacidades, lideraron un ataque en el que en 10 minutos resultó totalmente destruido un batallón de artillería ruso en posición de tiro.

Para finalizar informo debidamente que la moral y el espíritu del Batallón son buenos y que el descontento de algunos miembros del grupo de combate Kümpel que se desprende de los interrogatórios realizados por el Consejero del Tribunal de Guerra Dr. Servaes a cuidadosamente seleccionados testigos de cargo, no refleja el estado de ánimo general del Batallón. El Leutnant Schlunk, principal testigo de cargo, es un oficial que se distanció deliberadamente del íntimo círculo de camaradas del cuerpo de oficiales y que no pudo demostrar su valía en el Batallón. No logró encontrar una posición en las escuadras de combate de las baterías.

Estoy tan seguro de la conducta y decente actitud de mis hombres, que una vez este procedimiento haya sido suspendido y el caso aclarado en el Batallón, nisiquiera considero necesario transferir a los dos oficiales dentro ó fuera del Batallón, que por cierto, unicamente tendría efectos nocivos para el Batallón.





Firmado: Hammon,
Hauptmann y Comandante del Batallón